Meditar: el hábito del bienestar

La meditación puede transformar tu vida, pero ¿cómo empezar? Aquí te contamos cómo hacer de esta práctica milenaria un hábito diario.
Publicado el
19/9/24

Si estás en tu camino hacia el bienestar emocional y estás explorando diferentes herramientas para mejorar tu salud mental, probablemente alguien ya te dijo «¿ya probaste la meditación?». Puede que efectivamente ya lo intentaste, pero nomás no puedes hacer que se te vuelva una costumbre. Puede que sientas que es demasiado retador o puede que no creas en todos los beneficios de la meditación. Si este es tu caso, ¡sigue leyendo!

Aunque no lo creas unos pocos minutos de meditación diaria pueden hacer maravillas por tu estabilidad emocional. Los beneficios físicos y psicológicos de esta práctica son ampliamente reconocidos por instituciones médicas tan serias como la Clínica Mayo, ya que la meditación puede ayudarnos a adquirir nuevas perspectivas de ciertas situaciones, a aprender a manejar el estrés, a incrementar nuestra conciencia sobre nosotros mismos, a enfocarnos en el presente, a reducir emociones negativas, a impulsar nuestra creatividad, a acrecentar nuestra paciencia y tolerancia, a resetear nuestro ritmo cardiaco y a mejorar la calidad del sueño. 

A pesar de los múltiples beneficios de la meditación, muchas personas enfrentan dificultades para convertirla en un hábito constante y puede ser que esto también te esté sucediendo a ti. Esto se debe a múltiples razones, pero lo más común es que no le demos a esta actividad la prioridad que requiere para convertirse en hábito: no nos comprometemos con su ejercicio regular y se nos olvida meditar. Además, tendemos a engañarnos a nosotros mismos y crear excusas como «no tengo tiempo» o creer que solo la necesitamos cuando no nos sentimos bien. Afortunadamente, existen cosas que podemos hacer para por fin lograr que la meditación se convierta en un hábito.

  1. Define una hora y un lugar

Visualiza tu rutina diaria: ¿en qué momento del día podrías meditar?, ¿en dónde podrías hacerlo a esa hora? Encuentra una hora y un lugar específico y sé consistente. Adquirir un nuevo hábito saludable es más sencillo cuando puede incorporarse a las actividades que realizamos cotidianamente. Así, con el tiempo, meditar será tan sencillo como lavarse los dientes. Se trata de convertir la meditación en una costumbre. Asimismo, elegir un lugar cómodo que invite a la paz y la tranquilidad hará que la práctica sea más amena. 

  1. Empieza con poco

No necesitas convertirte en un profesional de la meditación de la noche a la mañana. Quizá en algún momento puedas tener sesiones de más de una hora sin problemas, pero para empezar puedes probar con meditar solo cinco minutos al día. A medida que te sientas más cómodo puedes aumentar gradualmente la duración, pero tan solo cinco minutos te ayudarán a percibir los beneficios de la meditación en tu cuerpo y tu mente. Lo importante es que meditar se convierta en un hábito sencillo y placentero.

  1. Hazlo sencillo

Si estás intentando meditar por primera vez, es posible que sientas que no sabes cómo hacerlo o que tengas la sensación de estarlo haciendo mal. ¡No te preocupes! Puedes empezar a meditar con ayuda de aplicaciones como Mindsurf, que te guiarán a través de la práctica y que tienen sesiones de diferentes longitudes y temas a abordar. Con ayuda de Mindsurf, puedes incorporar la meditación a tu vida de forma fácil y accesible con solo descargar la app en tu teléfono. 

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