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No podemos negar que nos encontramos ante una pandemia de burnout. Los trabajadores cada vez nos sentimos más exhaustos y con menos energía para lidiar con las exigencias diarias de la vida laboral. En este sentido, México se encuentra entre los primeros lugares del mundo con mayor cantidad de empleados fatigados. El 75% de los trabajadores mexicanos vive todos los días con burnout. Esta estadística es sorprendente, ya que rebasa a países como China y Estados Unidos, cuyos índices de cansancio entre colaboradores es de 73% y 59% respectivamente.
Está claro que algo tiene que cambiar en la cultura laboral. Pensar que los trabajadores pueden dar el 100% de su esfuerzo el 100% del tiempo no solo es irreal, sino que fomenta el estrés y la baja productividad. Generaciones pasadas confiaban plenamente en que dar el mayor esfuerzo nos llevaría a los mejores resultados, en una mentalidad de tipo «si no duele, no sirve». No obstante, las estadísticas apuntan a una realidad muy diferente. Diversos estudios han encontrado que reducir las horas de trabajo, contrario a lo que se pensaba, puede ayudar a mejorar la productividad.
En un intento por reducir el estrés de los trabajadores, varias compañías han empezado a flexibilizar e implementar políticas diversas. Cada vez es más común encontrarse con empresas que tienen reglamentos de vestimenta casual, días para llevar al perro a la oficina, horas para practicar yoga o meditación durante el horario laboral y más. Sin embargo, el estrés de sus colaboradores casi no se ha visto reducido de forma alguna. Aquí te compartimos tres consejos para disminuir el burnout:
Cuando los trabajadores no tienen claro cuándo termina su horario laboral, cuando se espera que sigan trabajando después de su hora de salida o cuando se les pide que estén disponibles a todas horas, el estrés se convierte en una constante de la que no pueden salir. En cambio, si se respeta su horario de trabajo, estos tendrán más tiempo para descansar y relajarse, lo que les ayudará a ser más productivos al día siguiente.
Pedirle a los empleados que den siempre su máximo esfuerzo es contraproducente, ya que les produce una sensación de insuficiencia y puede promover el síndrome del impostor. Es importante siempre tener en cuenta que la perfección no existe, por lo que no se la podemos exigir a nadie. Por el contrario, pedir que trabajen al 85% de su capacidad puede ayudar a que las tareas se realicen mejor.
El lenguaje es poderoso y, cuando empleamos frases como «lo necesito para ayer», «esto es urgente» o «quiero esto lo antes posible», inmediatamente estamos activando el estrés, la preocupación y el estado de alerta en nuestros colaboradores. Estas peticiones generalmente se derivan de una mala administración y pueden ser evitadas. Establecer fechas de entrega claras y factibles es la mejor forma de eliminar situaciones desagradables para todos.
Otras estrategias efectivas pueden ser preguntar qué necesitan los compañeros del trabajo para hacer su vida menos estresante, terminar las reuniones diez minutos antes de lo agendado y que las personas encargadas de dirigir los equipos controlen la intensidad de su propio ritmo de trabajo. Al final, si todas las personas en una compañía se conducen de una forma tranquila y relajada, el ambiente laboral mejorará considerablemente. Se trata de encontrar el punto exacto entre la alta presión y el completo desentendimiento. Estos consejos te servirán si tú eres el encargado de dirigir el trabajo de más personas. No obstante, si no tienes personas a tu cargo, siempre puedes evaluar la posibilidad de proponer.
Para lidiar con el burnout, tanto a nivel individual como a nivel de cultura organizacional, puedes acercarte a Mindsurf. Tenemos un montón de herramientas para el autocuidado y el manejo del estrés.
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